La adopción de la innovación y su planeación
Luis Francisco Cárdenas Sarre
4 oct 2023
Las empresas anteriores enfrentaron sus procesos de planeación estratégica y de innovación ante una serie de circunstancias o factores que los llevaron al éxito o fracaso en su ejecución.
Uno de los factores, es la capacidad de cambio con la que se opera, hoy también se le puede llamar resiliencia empresarial (ya comentado en otra publicación), en un sentido más amplio la velocidad de cambio en las industrias es más rápido y las empresas que cuentan con las condiciones para reaccionar ante este se logran mantener, pero no es un momento estático, se debe ser constante y ser dinámico al promover la innovación y su cultura, así como al tomar riesgos en el proceso.
Algunos de los temas a considerar en el contexto de innovación y su planeación pueden ser los siguientes entre otros:
Satisfacción por el pasado: Cuando la innovación de una organización se basa en el pasado, probablemente se fracase al no observar que está pasando en la industria tanto local como internacional, los modelos de negocio que no evolucionan, al desarrollar procesos de planeación cortoplacistas y no se invierte en la I+D se tiende al fracaso.
Falta de adopción al mercado: Los mercados cambian, se desarrollan nuevas tendencias las cuales no son visibles en el ambiente más próximo a nuestro mercado, pero es necesario investigar más allá de nuestros clientes actuales, en los “No clientes” como se comenta en la Estrategia de Océano Azul. Esto también involucra la agilidad con la que se realiza podemos identificar los cambios del mercado, pero también sin la agilidad necesaria o el no actuar de manera rápida tendrá el mismo resultado.
Resistencia al cambio: Existen culturas organizacionales que no aceptan el cambio, en muchas de las ocasiones por no comprender o involucrarse en las tendencias tecnológicas o de innovación, en muchas ocasiones las grandes organizaciones son lentas, mucha burocracia y en ocasiones las reglas de operación bloquean el buscar nuevos caminos, no son ágiles y cuando se dan cuenta ya hay competidores que se han adelantado.
Mala gestión del talento: El pensamiento innovador debe ser parte de la cultura, este debe ser fomentado en todos los niveles “todos pueden aportar”, la falta de este puede fomentar el bloqueo de ideas y cambios importantes en la organización, desarrollo de nichos de poder y otros factores de letargo organizacional. Este proceso se basa también en el desarrollo del talento, en contar con los planes de carrera ideales tanto para la mejora organizacional como para el propio empleado, es necesario reconocer el talento e impulsarlo.
Falta de I+D: Ya comentado, su importancia en forzosa, se debe contar con un presupuesto específico que permita buscar, evaluar, desarrollar mejoras operativas, organizacionales, financieras y otras, que mejoren la capacidad en la organización y con esto su eficiencia interna y mejorar la participación en el mercado.
Enfoque a la tecnología y no al cliente: No toda la tecnología se debe incorporar a nuestra operación, aun cuando la idea pueda ser cautivadora, debemos primero conocer los “momentos de contacto del cliente” y los aspectos o actividades que le dan valor “innovación de valor”, aquí es uno de los aspectos fundamentales de la innovación y la base con la que nos enfocamos.
Falta de adopción a la era digital: El ajuste a los cambios, sean estos como líder en una industria o como un colono, son relevantes, se debe adherir la empresa a estos procesos y buscar su renovación y adopción a nuevos modelos.
Falta de diversificación: Poner todos los huevos en la misma canasta puede traer problemas a las organizaciones, sobre todo si la industria o mercado está en problemas, esto no significa buscar nuevos, pero sí debe evaluarse alternativas para el cliente o atraer a nuevos clientes.
Decisiones estrategias erróneas: Al conocer la demanda existente en un producto o servicio y esperar mantener el camino sin un ajuste o cambio puede catastrófico, los estrategias no deben estar “escritos sobre piedra” se deben evaluar de manera periódica para determinar que debemos hacer aun cuando el cambio sea complicado.
Competencia intensa: Aun cuando existen diversas estrategias para afrontar la competencia, debemos entender donde se encuentran y sobre todo actuar de manera ágil a su oferta y no nos referimos a una guerra de precios.