La alineación de la estrategia

El desarrollo, interpretación y ejecución de una estrategia requiere de herramientas, técnicas y habilidades que nos permitan identificar y alinear las necesidades en un solo camino, sus errores pueden derivarse desde la comprensión general del plan, en cualquier etapa. 

En el entendimiento del proceso estratégico y la definición de un objetivo, al no ser claro, se desarrollan desviaciones, esto es posible que suceda al realizar la descripción sin la estructura correcta.

En el siguiente ejemplo con un objetivo poco claro, en el que se solicita “La fabricación de medio de transporte” se da lugar a deducciones y conclusiones erróneas en los equipos de trabajo involucrados, que pueden tener una comprensión diferente, orientándose a la fabricación de un “barco”, un “tren” o un “submarino”, al no considerar el uso de herramientas que permitan su definición, las opciones pueden ser variadas, dando lugar a que los equipos de trabajo que participan en el proceso den inicio a proyectos que sean radicalmente opuestos, ocasionando que el uso de recursos (humanos, de infraestructura, financieros y operaciones) y sus costos se incrementen exponencialmente generando perdidas innecesarias para al negocio.

Al no contar con un plan concreto, que permita dar coherencia tanto a la forma en la que se ejecuta como a los resultados, se perderá el sentido de lo que se espera en la empresa, se dañará su valor y se dejará de ser convincente.

Esta falta de comprensión de los planes en las organizaciones tienen un impacto hacia las necesidades de los clientes y a los procesos de “Innovación de valor” que son necesarios, para alinear esto de manera adecuada, es necesario incluir en el desarrollo interno la perspectiva del cliente, para lo cual hay que mantener de manera activa “Los Momentos de Contacto con el Cliente”.